En la actual sociedad en la que vivimos es muy poco probable que conozcamos a un disparado número de personas, las cuales no tengan algunas de las más actuales redes sociales, como lo son Instagram, TikTok, Facebook o Telegram, entre otras. El porcentaje de personas que conforman este desconocimiento, es muy pequeño, en comparación a aquellas que están incluidas en nuestro día a día, si las utilizamos.
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¡Pero cuidado! una vez adentrados en este mundo, no podemos salir y “desintoxicarnos” tan rápido, ya que tanto el contenido que se genera, los audios, trends de tendencia o los mismos algoritmos, nos atrapan. A nosotros como usuarios nos ofrecen un entretenimiento a largo o corto plazo y a los creadores de contenido les genera romperse la cabeza para seguir creando este tipo de contenido.
¿Se puede vivir de las aplicaciones web en la actualidad? ¿Por qué?
Es así, muchos creadores de contenido ganan cantidades incalculables de dinero dentro de este tipo de plataformas. Pero empecemos desde el principio, haciéndonos la pregunta de ¿cómo puede ser que estas personas, por hacerse fotos, subir si día a día o bailando una canción, como todos podríamos hacer desde nuestras casas, estén obteniendo estas cantidades incalculables de dinero?
Pues es algo más sencillo de lo que parece.
Uno de los datos más importantes a tener en cuenta son las innumerables descargas que este tipo de aplicaciones tienen cada año, llegando a rondar en total 103.000 millones anuales. Dentro de estas apps como Instagram, TikTok, Facebook o Telegram, al llegar a un número mínimo de seguidores, se puede empezar a monetizar el contenido publicado. Ya sea vídeos o imágenes.
Todas estas aplicaciones pueden llegar a generar la friolera cantidad de 26.000 millones de dólares e incrementar cada año que pasa.
Como vemos, las apps móviles sí pueden llegar a generar mucho dinero, pero la cuestión ahora es…
¿Es sencillo poder llegar al nivel de “vivir de ello”?
Hemos visto, que sí se puede vivir de ello, pero la pregunta ahora sería, ¿cómo puedo lograrlo? Esto ya es mucho más complicado. Podríamos llamarlo suerte o “sociedad deconstruida” y ¿por qué? Pues muy sencillo, hoy en día el algoritmo de este estilo de aplicaciones pocas veces hace su función, lo cual hace que la gente que se haga viral sea gracias a la interacción que hay con su contenido, ¿cómo? Mediante elementos algo más psicológicos.
Es decir, hoy en día la mayoría de personas que son famosas y por ello viven de las redes sociales son por los siguientes motivos: (ordenados de más común a menos)
- Belleza (una estética concreta y subjetiva acarreada por unos cánones y patrones de belleza muy concretos, son el reflejo de la mente deconstruida de la sociedad actual)
- Humor (es un factor a tener en cuenta, ya que igual que la estética de una persona puede despertar un interés en el público, el humor, puede llegar a despertar en el usuario un placer que querrá repetir en un futuro)
- Datos interés (Los elementos de interés personales como los deportes, animales, cotilleos, materias escolares, hobbies artísticos, actividades que no estamos acostumbrados a ver…, Son grandes herramientas de creación de contenido, que acompañadas de un video llamativo, pueden hacerte crecer en redes. )
Estos tres son los tipos de contenidos que más despierta la atención de la gente, con lo cual, si creamos y generamos estos, con suerte y viralización, podemos llegar a largo plazo a vivir de las redes sociales.
Conclusión
Como vemos, respondiendo a la pregunta del título, SÍ se puede vivir de las redes, ya que estas son muy consumidas por la sociedad e incluye contenido de interés para esta. Ahora bien, mucho del contenido puede estar sujeto a unas ideas bastante negativas, pero a la vez llamativas para el consumidor. Como por ejemplo, mucho del engagement generado es mediante una estética concreta o el que se crea con tal de hacer daño a una persona en redes. Ya que no es oro todo lo que reluce y detrás de estas estrellas del baile o la edición, hay muchas críticas. Con lo cual deberíamos plantearnos cada uno, desde nuestra casa, él… ¿Qué queremos priorizar en nuestra vida, el dinero o la salud mental, lo material o la paz mental?
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